Réquiem por hipócritas

Hoy podrían arder las teclas de mi ordenador escribiendo miles de versos que se me ocurren para hacer oídos sordos a una de las enfermedades más graves de nuestra Sociedad. Es en estos momentos cuando comprendo que deriva de la palabra "sUciedad".Tengo poca vergüenza, mucha labia y verbo infinito. Mis ganas son insaciables y mis ideales trato que no tengan fin alguno. Nunca pensé en sublevarme...
En toda mi vida he huído de la crítica, he temblado ante el insulto, y he escapado de la burla. El miedo siempre fue mi mayor temor, y mi temor fue el miedo más grande. De pequeño temblé al enfrentarme, nunca pensé en sublevarme...
Adolescente y tuve decenas de amigos, pero sin embargo echaba de menos algo que aún no tenía, la amistad. Fuí diana de miles de mil flechas envenenadas, víctima de los más crueles comentarios. Muchos ahora "disfrutan" con lo que yo me deleitaba. Esta noche me río con una copa de "champagne", escupiendo sobre los recuerdos de aquellas ilusas personas. Incluso, y exclusivamente, algunas que tuvieron el honor de hacerse llamar amigos. Iluso, inocente e infantil, nunca pensé en sublevarme.
Hoy, quien es especial, es raro. A quien no le gusta el fútbol, no es un "hombre". Quien aprecia el arte, es una nenaza. Quien rechaza la violencia es "un cobarde".Y quien llora con "Muerte en Venecia" es un marica. Quien aprecia su país es un "puto facha" y a quien no le gusta la familia real (permítaseme incluirlos en minúscula) es un "puto comunista". La incultura, la ignorancia, la cobardía... nunca supìeron que me fuera a sublevar.
Tal cual soy yo: voy al cine, me gusta leer de vez en cuando, disfruto con la música, canto, río, sueño y pienso. Respiro, como y vivo. ¿Qué mas se puede pedir?
Me gusta escribir en un diario, mis vivencias, sentimientos, recuerdos, ideas e ideales.
Soy de los que sueñan con desplegar las alas y volar. Y lo más importante, soy feliz.
Hoy en día, estrenando adultez como quien quita la etiqueta de un jersey nuevo, soy capaz de citar la frase que un conocido gritó en poemas de Euskera: yo soy viento de libertad. Mis decenas de amigos han pasado a no poder sujetarse en la palma de mi mano. Pero sus corazones son mas grandes que la Métropolis madrileña en plena Gran Vía. Mi vida se convirtió en un circo, pues aprendí a esquivar navajas con los ojos cerrados como en un gran espectáculo. Mis heridas cicatrizaron años atrás y no volví a sangrar una sola gota de tristeza más. Una mañana me levanté y bailé sobre los cristales rotos de los espejos de quienes intentan destrozar las vidas felices: ¡Pobres víctimas de la envidia!.
Sé que podría escribir un soneto de burla, sé que mi mayor arma es la Palabra, sé que mi fortaleza no es más que mi experiencia, sé que hoy por hoy, soy feliz, pues nunca creí que algún día llegara a sublevarme.
Hoy es el día en el que compadezco a aquellos que su vida es tan práctica como una nevera; fría por dentro, y ésta solo se ilumina cuando alguien les abre una compuerta, y en la soledad... la oscuridad conquista cada rincón de su alma.
Hoy es el día en el que bajo al cementerio de los desterrados de mi vida, para dejar una rosa marchita en honor a aquellos que prefieren escupir basura sobre las personas, solamente por tener una razón por la cual abrir la (sucia) boca.
Así pues, y sin embargo, como dijeron varios grandes, "sobrándome los motivos" y ya que "por la boca vive el pez" , me queda decir un lema para aquellos que el dolor por ser ellos mismos les impidió a ser felices.
Un lema que es la mejor de las armas contra aquello de donde la "sucia Sociedad" hoy en día es escenario de lo que llamamos Hipocresía: "¡Dientes dientes, que es lo que les jode!".

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