capítulo V. Prisionero.

Todavía me tienes a mí...

"Cuando llorabas, yo estaba allí para arrastrar todas tus lágrimas...

Cuando tuviste miedo, yo estaba allí para luchar contra tus temores...

Y te he cogido de la mano todos estos años...

Y a pesar de todo esto... todavía me tienes pensando en ti."

Ahora me pregunto si llegara un día en el que pueda volver a llorar con sentido.

Estoy cansado de hablar contigo cuando tú no estás.

Soy prisionero de un lugar donde está prohibído sonreír.

Pues te quedaste con mi vida y ya no me queda... nada

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Libérame.

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Capítulo IV. No he dejado de pensar en ello.

Buscaba una razón por la cual dormir esta noche, pero mis ojos insomnes me propusieron la noche en vela. Escuchaba los sonidos del exterior, las gotas de lluvia en la ventana, los abrires y cerrares de las puertas, el crujir de la noche...

Al amanecer soñé con un precipicio. Descendía. El vacío. Oscuro. Negro. La nada. El vértigo.

Mis manos se agarraron a las cadenas hechas sábanas, mis piernas empezaron a tener frío.

Gríté, me incorporé, apenas podía respirar.

Mi habitación era más grande... estaba oscura, pero una luz cálida procedente de velas que noe xistían alumbraba mi pared más cercana.

Lo observé. Sudaba. Tenía calor.

De pronto mis sábanas empezaron a convertirse en hielo.

Lo sentí. Tiritaba. Tenía frío.
Un ruido eterno violó aquél silencio armonioso.

Lo escuche. Me tapé los oídos. Tenía miedo.

Cerré mis ojos con mucha fuerza. Abracé mi almohada y volví a gritar.

Me desperté. No había sol... era un día nublado, era de esperar.

Hoy... no he dejado de pensar en ello.

···MNDR···

Capítulo III. Lecciones para fingir bien.

"Si finges interesarte por querer a alguien, al menos antes finge quererte a tí mismo".
Es inútil intentar robar cosas que no te pertenecen solo para sentirte bien contigo mismo.

Espero que tu horóscopo sea mejor mañana...

mes meilleures voeux pour toi, chéri.

···MNDR···

capítulo 2. lágrimas de hielo.

Cibeles.

Paciente y fría.

Mirada congelada y rostro sereno. Sus labios fríos, no son de nadie. Su alma pétrea, cansada de esperar. Queriéndote sin mirarte.

Cibeles.

Paciente y fría.

Observa. Su capa de un tejido de nieve. Blanca. Elegante y seria. Como nadie más. Mirándote sin quererte.

Cibeles.

Paciente y fría.

Observa. Está cansada de esperar. Tú también te cansas de esperar. Ella llora como todos los días. Encerrada en un foso de agua. Hoy sus lágrimas fueron de hielo y se congelaron en su rostro. Hoy sus lágrimas de hielo le hicieron pasar frío.
Cibeles.

Paciente y fría.

···MNDR···

los charcos no engañan

Creí alguna vez que un espejo reflejaba la realidad.

Hoy contemplé el mundo a través de unos ojos que no han encontrado respuestas, un mar en mi ventana, música en la nevera, bolígrafos de caramelo...

Sigo sin encontrar respuestas a un mundo que detesta la felicidad. Arena de papel, sirope de estrellas y un lucero en la oscuridad.

Sigo teniéndote en mis sueños.

Nunca encontraré el lugar.

Oscuridad, soledad.

Sigo teniéndote en mis sueños.

¿Qué ha sido de ti?

Silencio.

Sigo teniéndote en mis sueños.

Nota: Los charcos no mienten, y tu reflejo sigue a mi lado.